Zion and Jerusalem, August 11, 2013
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
(Nuevo Testamento | Juan 17:15)
Creo en Cristo el hijo del Dios viviente. Y el intercede como abogado por nosotros los pecadores ante el Padre. Yo, y muchos otros que nos denominamos como publícanos, cristianos, discípulos, seguidores de Cristo o hasta Santos, nos golpeamos el pecho y no nos atrevemos a levantar la vista y mirar al cielo porque nos consideramos pecadores ente la ley; sin embargo, esperamos anhelosamente el momento de su advenimiento en poder y en gloria para que Dios reine sobre nosotros y todas sus creaciones y nos justifique por su gracia y misericordia después de haber hecho todo cuanto este a nuestro alcance por servirle y agradarle en humildad, mansedumbre y santidad.
Y por causa de esto, habemos muchos que ejercitamos la fe en el Señor Jesucristo, escudriñamos a menudo las santas escrituras; nos arrepentimos de nuestros pecados; nos bautizamos; obedecemos los mandamientos, leyes, juicios y estatutos de Dios o tratamos de ser hombres productivos en el mudo en todo lo que sabemos que es o podría ser bueno porque deseamos estar preparados en todas las cosas para recibirlo y caer a sus pies pero no avergonzarnos ante El por causa del pecado que tan fácilmente no acedía. Porque sabemos que nuestro Dios es un Dios justo y misericordioso, que EL es un ser perfecto y puro y que nada inmundo puede morar en su presencia porque de ser así el también seria inmundo. Y el desde el principio nos ha mandado a ser santos porque el es santo y las escrituras no me dejan mentir porque en ellas escrito esta que si deseamos entrar en su reposo o estar donde el esta debemos ser como el es. El es Santo y nos ha mandado ser santos, y no solo eso, sino también el quisiera que fuéramos perfectos como el.
Sed santos, porque yo soy santo.
Santificaos, pues, y sed santos, porque yo, Jehová, soy vuestro Dios.
Me seréis, pues, santos, porque yo, Jehová, soy santo y os he apartado de los pueblos para que seáis míos.
Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios; seréis, pues, santos, porque yo soy santo.
Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles: Santos seréis, porque santo soy yo, Jehová, vuestro Dios.
Porque yo soy Jehová, vuestro Dios; vosotros, por tanto, os santificaréis y seréis santos, porque yo soy santo. Así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se arrastra sobre la tierra.
Y no profanaréis mi santo nombre, porque yo he de ser santificado en medio de los hijos de Israel. Yo soy Jehová que os santifico,
Sed, pues, vosotros perfectos, así como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Por tanto, quisiera que fueseis perfectos así como yo, o como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
(Libro de Mormón | 3 Nefi 12:48)
Por eso es que algunos de nosotros labramos nuestra salvación con temor y temblor ante Dios y ejercitamos la fe en el y en ningún otro. Por nos arrepentimos con frecuencia de nuestros pecados y hacemos todo a cuanto este a nuestro alcance para mantenernos continuamente involucrados en una buena causa, y ser puros de pensamiento, palabra y acción con el fin de ser dignos o de tener el derecho, en base a las promesas del evangelio eterno a una justa y completa redención de todas nuestras faltas, debilidades, pecados y omisiones. Y así, por medio de la obediencia y el verdadero discipulado, obtener una gloriosa resurrección y la promesa de vida eterna en el descanso y la viva presencia de Dios para nunca mas salir. No sea que El Señor jure como en el día de la provocaron que no entremos si rehusamos hacer las cosas que el nos ha mandado. Porque de esto ampliamente escrito esta en escrituras sagradas antiguas y modernas:
Les daré la ley, como la primera, pero será según la ley de un mandamiento carnal; porque he jurado en mi ira que no entrarán en mi presencia, en mi reposo, en los días de su peregrinación. Por tanto, haz como te he mandado; prepárate, pues, para mañana, y por la mañana sube al monte Sinaí, y allí preséntate ante mí sobre la cumbre del monte.
¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que no obedecieron?
Porque entramos en el reposo los que hemos creído, de la manera que dijo: Como juré en mi ira: [Si] endurecen su corazón no entrarán en mi reposo; también he jurado: Si no endurecen su corazón, entrarán en mi reposo; aunque las obras de Dios estaban preparadas (o acabadas) desde la fundación del mundo.
Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.
Y nada impuro puede entrar en su reino; por tanto, nada entra en su reposo, sino aquellos que han lavado sus vestidos en mi sangre, mediante su fe, y el arrepentimiento de todos sus pecados y su fidelidad hasta el fin.
Temamos, pues, no sea que estando vigente aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.
mas endurecieron sus corazones y no pudieron aguantar su presencia; por tanto, el Señor en su ira, porque su ira se había encendido en contra de ellos, juró que mientras estuviesen en el desierto no entrarían en su reposo, el cual es la plenitud de su gloria.
Por lo que trabajamos diligentemente entre los de nuestro pueblo, a fin de persuadirlos a venir a Cristo, y a participar de la bondad de Dios, para que entraran en su reposo, no fuera que de algún modo él jurase en su ira que no entrarían, como en la provocación en los días de tentación, cuando los hijos de Israel estaban en el desierto.
Y estas ordenanzas se conferían según esta manera, para que por ese medio el pueblo esperara anhelosamente al Hijo de Dios, ya que era un símbolo de su orden, es decir, era su orden, y esto para esperar anhelosamente de él la remisión de sus pecados a fin de entrar en el reposo del Señor.
No obstante, pese a las promesas y el conocimiento que tenemos de Dios y sus leyes, estatutos y juicios, vivimos en un mundo decadente o caído y perdido o que esta moralmente alejado de Dios y sus caminos y en donde los jóvenes o la generación creciente esta tradicionalmente predispuesta a ceder a toda clase de tentaciones y a pecar menor o mayormente por causa de la presión social del grupo en la esfera en donde viven. Y son muchos, pero muchos dentro todas las sectas, partidos y denominaciones que tropiezan y caen en las garras de Satanás o en senderos extraños simplemente porque no saben donde encontrar la verdad completa que los llevara a la libertad del pecado y al conocimiento vivo de Dios. E inclusive, los padres que son temerosos de Dios, están inculcando a sus hijos a vivir de una manera que es incompatible con la era. Es decir quieren ellos y que sus hijos vistan sotanas en lugar de ropa moderna pero modesta y se pasan la vida personándose o corrigiendo o corriendo del mundo queriendo vivir vidas ermitañas y desoladas. Es una lucha cruel que muchos hemos con la adversidad. Y tarde o tempranos cedemos al mundo o somos vencidos por el mundo y es porque no luchamos con la luz de la verdad o con la ley y el testimonio en la mano. Nos hace falta sagacidad como la serpiente, pero sin tener disposición para pecar. Por eso dijo Jesús que los hijos de este mundo en su generación son más sabios que los hijos de luz.
Y alabó el señor al mayordomo malo por haber hecho sagazmente, porque los hijos de este mundo son en su generación más sagaces que los hijos de luz.
Lucas 16:8
Estos nuestros amados hermanos viven rigurosamente pero innecesariamente bajo una ley cumplida o bajo el yugo de un convenio quebrantado y reniegan dejar atrás el vino de doctrinas anejadas o de vaciar su vaso para recibir vino nuevo o de doctrinas mas sublimes y menos frenéticas que se dieron a un pueblo que inicialmente fue rebelde a Dios. Y que acentuando los mandamientos de Dios que nunca cambian, si nos guiamos por las leyes o instrucciones particulares que le fueron dadas a otros pueblos corremos el riesgo de ser quebrantados y de desaparecer y hasta de ser maldecidos como ellos.
Muchos religiosos en nuestro día, por lo general llevan vidas puritanas y honorables, o sin pecado mayores pero son segados por la ignorancia y por las artimañas de los hombres que han sido engañados y que andan engañando les prohíben o cohíben a sus feligreses de hacer cosas que ni están aprobadas, prescritas o prohibidas en las escrituras antiguas o modernas. Estos, perniciosamente mal interpretan las escrituras y le buscan significados oscuros o ilícitos que van mas allá de la marca porque las leen como adultos que buscan conocimiento del bien y el mal y no como niños que buscan instrucción o alimento. Por ejemplo, algunos lideres religiosos prohíben a sus feligreses casarse, o comer carne o vestirse moderna pero decorosa o modestamente; y les mandan a hacer esto o lo otro o a abstenerse de muchas cosas como los beneficios de la tecnología y avances médicos benignos y comprobados, no por amor a Dios sino por coerción o por miedo de ofender a Dios de aquello que Dios ha creado para el uso del hombre con acción de gracias.
Y por la astucia de Satanás infundidas por estas falsas creencias o doctrinas de hombres y de diablos, estos nuestros hermanos y hermanas en Cristo tropiezan y viven vidas amargas con la cara molida en un eterno enojo contra el mundo y sus placeres pese a que sus corazones no están en el mundo. Pero como dije antes, esto es así, porque todavía viven sujetados a un convenio quebrantado que no tiene validez ante Dios y no proporciona la felicidad que este podría ofrecer si el convenio estuviera en vigencia o estuviera valido. O la inspiración de la palabra de Dios que se dieron a pueblos caídos o que ya no existen y cuyas palabras ya no están completas porque los principios sencillos y salvadores fueron por lo general despojados o tergiversados de las santas escrituras y ya no proporcionaran los mismos resultados que les proporcionaron a los santos que los recibieron en su tiempo y sazón en pureza, claridad y plenitud.
Y por causa de esto, a saber, las filosofías, mandamientos y filosofías de los hombres mezcladas con las escrituras, muchos son los que tropiezan y caen en senderos extraños o en las trampas de Satanás, y el diablo tiene gran poder sobre ellos porque los lleva de aquí para allá por cualquier viento de doctrina, los zarandea como hoja o a tamo que lleva el viento o como las olas del mar que son arrastradas por los vientos hasta que son estrelladas y despedazadas ate los rocosos arrecifes. Y cuando el fin de la vida o la muerte viene sin llegar, se encuentran solos, adoloridos, sin fe, sin esperanza y sin caridad y resueltos a no volver a creer en Dios o reniegan conocer su verdad cuando les es presentada con humildad del espíritu de Dios porque están acostumbrados a emociones fuertes y a estremecimientos espirituales que no vienen de Dios. Y estos no saben ni tienen conocimiento o garantía de vida eterna porque han andado saltando de iglesia en iglesia hasta que se dan cuenta que Dios no puedo haber estado allí o que donde se congregaron nunca fue la iglesia de Dios sino la grande y abominable iglesia, si la ramera de toda la tierra o la iglesia del diablo.
Por tanto, ves tú que después que el libro ha pasado por las manos de esa grande y abominable iglesia, se han quitado muchas cosas claras y preciosas del libro, el cual es el libro del Cordero de Dios. Y después que se quitaron estas cosas claras y de gran valor, va entre todas las naciones de los gentiles; y luego que va entre todas las naciones de los gentiles, sí, aun hasta el otro lado de las muchas aguas que has visto, entre los gentiles que han salido del cautiverio, tú ves que —a causa de las muchas cosas claras y preciosas que se han quitado del libro, cosas que eran claras al entendimiento de los hijos de los hombres, según la claridad que hay en el Cordero de Dios—, a causa de estas cosas que se han suprimido del evangelio del Cordero, muchísimos tropiezan, sí, de tal modo que Satanás tiene gran poder sobre ellos.
(Libro de Mormón | 1 Nefi 13:28 - 29)
Y aconteció que cuando el ángel hubo hablado estas palabras, me dijo: ¿Recuerdas los convenios del Padre con la casa de Israel? Yo le contesté: Sí. Y sucedió que me dijo: Mira, y ve esa grande y abominable iglesia que es la madre de las abominaciones, cuyo fundador es el diablo.
Y me dijo: He aquí, no hay más que dos iglesias solamente; una es la iglesia del Cordero de Dios, y la otra es la iglesia del diablo; de modo que el que no pertenece a la iglesia del Cordero de Dios, pertenece a esa grande iglesia que es la madre de las abominaciones, y es la ramera de toda la tierra.
Y aconteció que miré y vi a la ramera de toda la tierra, y se asentaba sobre muchas aguas; y tenía dominio sobre toda la tierra, entre todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos. Y sucedió que vi la iglesia del Cordero de Dios, y sus números eran pocos a causa de la iniquidad y las abominaciones de la ramera que se asentaba sobre las muchas aguas. No obstante, vi que la iglesia del Cordero, que eran los santos de Dios, se extendía también sobre toda la superficie de la tierra; y sus dominios sobre la faz de la tierra eran pequeños, a causa de la maldad de la gran ramera a quien yo vi.
(Libro de Mormón | 1 Nefi 14:8 - 12)
Es por esto que mi cometido este día manifestar por amor al prójimo que El evangelio de Jesucristo como lo administraban, pedro, Lucas, Pablo y Juan ha sido restaurado en su plenitud y en toda su pureza en estos últimos días. Que el verdadero conocimiento de Dios esta disponible para todos porque tu Dios reina. Es mi cometido anunciarle a mis amistades y a todos los que quieran oír mi voz silenciosa las buenas nuevas de gran gozo y manifestar a todos los que quieran oír sin cohesión que de nuevo Dios se ha comunicado y ha comisionado al hombre para predicar el evangelio eterno como de dispenso en el principio o desde los días de nuestros primeros padres con perfeccionar a los santos y para redimir a los muertos. Que en nuestros días, Dios nos a proveído una manara mas excelente para entrar en el Reposos del Señor y que ya no se tienen que regir por obras muertas o por leyes cumplidas, por convenios quebrantados ni por bendiciones o maldiciones dadas a pueblos o a profetas antiguos que recibieron instrucciones especificas para su propio periodo de tiempo.
Yo Miguel Ángel Tinoco doy mi nombre al mundo y testifico solemnemente en el nombre de Jesucristo que así como Dios mando a un tal Noe a prepara al mundo antiguo para salvarse del gran diluvio; así el mismo Dios ha mandado un tal José Smith hijo a prepararnos en nuestra generación o tiempo moderno para salvarnos la gran consumación decretada según la voz de Dios por medio de sus siervos los profetas. Y por medio de ese joven profeta, que sin duda, pese a que su nombre es tomado para bien u para mal, el ha hecho más por la salvación del hombre que ningún otro que ha vivido sobre la tierra, acentuando solo a Jesucristo. Y por medio de José Smith, Dios ha restaurado su iglesia verdadera y viviente sobre toda la faz de la tierra. Y cuyo nombre es La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Y no puede haber mas que una iglesia de Dios porque Dios es un Dios de orden y no de confusión y el ha dicho que una casa dividida no prevalece. Por lo tanto, yo Miguel Ángel Tinoco testifico como con voz de arcángel, que Dios nos ha dado y nos esta dando instrucciones celestiales aptas para nuestro día por medio de apóstoles y profetas videntes y reveladores que han sucedido a José Smith en este día. Testifico sin lugar a dudas que hoy día tenemos profetas videntes y reveladores que nos comunican su voluntad de cuando en cuando, o de acuerdo con el cuidado y diligencia que les damos a sus palabras, como en los días de la antigüedad. Y que ellos nos guían y aconsejan por los caminos que debemos seguir sin vacilar. Y ellos, nuestros profetas, el jefe de los cuales esta entre nosotros y le conocemos como Thomas S. Monson; si, el sus compañeros en el ministerio y hasta yo podemos garantizar, salvo que hayamos cometido el pecado imperdonable que es negar el Espíritu Santo después de haberlo recibido, que así como vive Dios y nosotros, si nosotros hacemos las cosas que Dios les ha revelado a ellos para nosotros en base a la fidelidad y obediencia a los santos mandamientos, que tendremos garantía de vida eterna. Y esta garantía viene de Dios porque el nos lo ha dicho y lo que el le dice a uno se lo dice a todos. Por lo tanto escuchad la voz y palbra de Dios que dice por medio de Jose Smith el profeta:
Por tanto, lo que digo a uno lo digo a todos: Velad, porque el adversario extiende sus dominios y las tinieblas reinan; y la ira de Dios se enciende contra los habitantes de la tierra; y nadie hace lo bueno, porque todos se han extraviado. Y ahora, yo, el Señor, en verdad os digo que no os imputaré ningún pecado; id y no pequéis más; pero los pecados anteriores volverán al alma que peque, dice el Señor vuestro Dios.
Y además, os digo que os doy un mandamiento nuevo para que entendáis mi voluntad concerniente a vosotros; o en otras palabras, os doy instrucciones en cuanto a la manera de conduciros delante de mí, a fin de que se torne para vuestra salvación.
Yo, el Señor, estoy obligado cuando hacéis lo que os digo; mas cuando no hacéis lo que os digo, ninguna promesa tenéis.
(Doctrina y Convenios | Sección 82:5 - 10)
Como podréis ver o discernir, estas palabras que acabáis de leer no están en la Biblia, pero el evangelio que administramos es el verdadero poder de Dios para salvación comisionado a nosotros en estos últimos días; y que si lo vivimos con integro puposito de corazón seremos felices en esta vida y salvos con una salvación sempiterna el la vida venidera. Y que si no lo hacemos sufriremos sin consolación, sin paz, sin felicidad en esta vida y con una espantosa espera de los juicios y la ira de Dios y un sufrimiento eterno en la vida venidera de acuerdo a la verdad, la fe, la justicia, los juicios y la misericordia de Dios.
Y son estos, los puros de corazón entre todos los partidos, sectas y denominaciones los que debemos buscar, alumbrar, influenciar e invitar a venir a Cristo para que con las escrituras adicionales que Dios nos ha otorgado en estos últimos días y con la viva palabra de Dios por medio de sus profetas vivientes, se edifiquen y despierten de ese lúgubre y terrible sueño; y vengan a caminar con nosotros en la luz de la verdad o en Cristo y disfrutar de la libertad del evangelio restaurado que les dará mas bendiciones, mas fe, mas esperanza y mas caridad de la que jamás imaginaron en rediles extraños donde solo les enseñaban a saber de Dios pero que eran incapaces para enseñarles como verdaderamente acercarse a el y conocerlo. Yo le conozco y Dios es mi padre porque por medio de la expiación de su hijo y por medio del don del Espíritu Santo y el bautismo de fuego, Dios me ha engendrado; y por su poder y la obediencia y el sacrificio me he despojado del hombre natural aborreciendo lo carnal, lo sensual y lo diabólico de esta corrupción que hay en me carne. Se que estoy en el mundo pero que no soy del mundo; y que pese a la iniquidad que esta continuamente enfrente de mis ojos, yo puedo escoger servir a Dios, orar siempre y no ceder a la tentación para que el Diablo y los espíritus inmundos que le han seguido y le siguen desde el principio no tengan poder sobre mi. Que el mundo se puede revolcar en el pecado y yo no necesito enteramente aislarme, salvo que Dios lo mande, para tener paz y ser feliz en el trayecto de esta vida. Que no tendría sentido para mi irme al desierto o a una isla solitaria donde no haya desafíos, pruebas o sufrimiento que pueda flanquearse con la fe y el poder de Dios. Porque Cristo no oro al padre para que nos apartara o nos quitara del mundo como lo hizo con Enoc y su pueblo, con Melquisedec y otros santos en su día, sino que por medio de la fe, el arrepentimiento, la obediencia, el sacrificio y la oración nos protegieran del mal que hay en el mundo. Porque donde hay rectitud el Diablo es atado y no puede tener poder en el corazón de los hijos de los hombres. Por lo tanto, los justos no tienen porque temer, porque ellos no serán confundidos y serán conducidos como becerros de la manada al verdadero redil de Dios porque el nos recogerá de los cuatros cabos de la tierra y reinara sobre nosotros con dominio, y fuerza, y potestad y gran gloria. Donde el amor de Dios se ha perfeccionado no hay temor.
Y los justos no tienen por qué temer, pues ellos son los que no serán confundidos. Mas es el reino del diablo, el cual será edificado entre los hijos de los hombres, el cual está establecido entre aquellos que se encuentran en la carne; porque pronto llegará el tiempo en que todas las iglesias que se hayan establecido para obtener ganancia, y todas las que hayan sido edificadas para lograr poder sobre la carne, y las que se hayan fundado para hacerse populares ante los ojos del mundo, y aquellas que busquen las concupiscencias de la carne, y las cosas del mundo, y cometan toda clase de iniquidades, en fin, todos los que pertenezcan al reino del diablo son los que deberán temer, temblar y estremecerse; ellos son los que deben ser humillados hasta el polvo; ellos son los que deben ser consumidos como el rastrojo; y esto según las palabras del profeta.
Y rápidamente se acerca el tiempo en que los justos han de ser conducidos como becerros de la manada, y el Santo de Israel ha de reinar con dominio, y fuerza, y potestad, y gran gloria. Y recoge a sus hijos de las cuatro partes de la tierra; y cuenta a sus ovejas, y ellas lo conocen; y habrá un redil y un pastor; y él apacentará a sus ovejas, y en él hallarán pasto. Y a causa de la rectitud del pueblo del Señor, Satanás no tiene poder; por consiguiente, no se le puede desatar por el espacio de muchos años; pues no tiene poder sobre el corazón del pueblo, porque el pueblo mora en rectitud, y el Santo de Israel reina.
(Libro de Mormón | 1 Nefi 22:22 - 26)
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor conlleva castigo, y el que teme, no se ha perfeccionado en el amor.
Porque como Cristianos devotos y honorables, solo hay dos formas en las que los inocentes entre nosotros caen del la gracia divina y el diablo, aquel inicio, los despoja de la luz y verdad y por lo tanto permanecer en tinieblas alejados de Dios. Pero Dios nos ha mandado a criar a nuestros hijos en la luz de la verdad. Una de estas formas en la que podemos caer de la gracia divina o del agrado de Dios es la desobediencia a los santos mandamientos; y otra muy importante es por causa de las tradiciones de nuestros padres que no son correctas.
Todos los espíritus de los hombres fueron inocentes en el principio; y habiéndolo redimido Dios de la caída, el hombre llegó a quedar de nuevo en su estado de infancia, inocente delante de Dios. Y aquel inicuo viene y despoja a los hijos de los hombres de la luz y la verdad, por medio de la desobediencia, y a causa de las tradiciones de sus padres. Pero yo os he mandado criar a vuestros hijos en la luz y la verdad.
(Doctrina y Convenios | Sección 93:38 - 40)
Los mandamientos de Dios son la constitución de la vida tanto en este mundo como en el venidero. Si se le quita el fundamento que constituye una casa o un barco esta se cae o el barco se hunde. El quebrantar un mandamiento de Dios por muy pequeño que sea pospone en peligro de muerte o pone el fundamento de una casa o de un barco en riesgo de caer y debe ser reparado prontamente o tarde o temprano nos costara. Y si el quebrantamiento de un solo mandamiento nos pone en gran peligro de muerte de no ser atendido o reparado como será si quebrantáramos dos o más mandamientos. No debemos abusar de la leyes y mandamientos de Dios y desafiar su misericordia y paciencia porque escrito esta que no debemos tentar a Dios por que El no será burlado y también esta escrito que su espíritu no siempre contenderá con el hombre y ay de aquel hombre, casa, ciudad o pueblo con el cual deje de contender el Espíritu de Dios porque su estado es terrible y desolado.
Y aconteció que a la conclusión de los cuatro años, el Señor vino otra vez al hermano de Jared, y estaba en una nube, y habló con él. Y por el espacio de tres horas habló el Señor con el hermano de Jared, y lo reprendió porque no se había acordado de invocar el nombre del Señor. Y el hermano de Jared se arrepintió del mal que había cometido, e invocó el nombre del Señor a favor de sus hermanos que estaban con él. Y el Señor le dijo: Os perdonaré vuestros pecados a ti y a tus hermanos; pero no pecaréis más, porque debéis recordar que mi Espíritu no siempre luchará con el hombre; por tanto, si pecáis hasta llegar al colmo, seréis desechados de la presencia del Señor. Y éstos son mis pensamientos tocante a la tierra que os daré por herencia; porque será una tierra escogida sobre todas las demás.
(Libro de Mormón | Éter 2:14 - 15)
porque yo, el Señor, no puedo considerar el pecado con el más mínimo grado de tolerancia. No obstante, el que se arrepienta y cumpla los mandamientos del Señor será perdonado; y al que no se arrepienta, le será quitada aun la luz que haya recibido; porque mi Espíritu no luchará siempre con el hombre, dice el Señor de los Ejércitos.
(Doctrina y Convenios | Sección 1:31 - 33)
Contiende, pues, mañana tras mañana; y día tras día hágase oír tu voz amonestadora; y al anochecer no dejen dormir tus palabras a los habitantes de la tierra.
Porque el Espíritu del Señor no siempre luchará con el hombre. Y cuando el Espíritu cesa de luchar con el hombre, entonces viene una presta destrucción, y esto contrista mi alma.
(Libro de Mormón | 2 Nefi 26:11)
Por esto es que yo predico de esta manera. Escribo estas cosas no de mi mismo sino por el poder de Dios y el don de Aarón esta en mi. Este don es el que me esenia a mi todas las cosas que quiero saber y Dios me ha mandado a ejercitar mi habilidad para escribir y no esconder mi talento sino manifestarlo. De no ser así con las escasa educación que tengo no podría escribir una silaba sin equivocarme, contradecirme o confundirme. Pero se que es la obra de Dios y el me ha mandado y de esto escrito esta:
He aquí, tienes un don, y bendito eres a causa de tu don. Recuerda que es sagrado y viene de arriba; y si preguntas, conocerás misterios grandes y maravillosos; por tanto, ejercerás tu don para descubrir misterios, a fin de traer a muchos al conocimiento de la verdad, sí, de convencerlos del error de sus caminos.
No des a conocer tu don a nadie, sino a los que son de tu fe. No trates con liviandad las cosas sagradas. Si haces lo bueno, sí, y te conservas fiel hasta el fin, serás salvo en el reino de Dios, que es el máximo de todos los dones de Dios; porque no hay don más grande que el de la salvación.
De cierto, de cierto te digo, bendito eres por lo que has hecho; porque me has consultado, y he aquí, cuantas veces lo has hecho, has recibido instrucción de mi Espíritu. De lo contrario, no habrías llegado al lugar donde ahora estás. He aquí, tú sabes que me has preguntado y yo te iluminé la mente; y ahora te digo estas cosas para que sepas que te ha iluminado el Espíritu de verdad; sí, te las digo para que sepas que no hay quien conozca tus pensamientos y las intenciones de tu corazón sino Dios. Te digo estas cosas para que te sean por testimonio de que las palabras o la obra que tú has estado escribiendo son verdaderas. Por tanto, sé diligente; apoya fielmente a mi siervo José en cualquier circunstancia difícil en que se encontrare por causa de la palabra.
(Doctrina y Convenios | Sección 6:10 - 18)
Da a conocer tu llamamiento a la iglesia, y también ante el mundo, y se abrirá tu corazón para predicar la verdad desde ahora en adelante y para siempre. Amén.
(Doctrina y Convenios | Sección 23:2)
Y lo bendeciré con multiplicidad de bendiciones en la exposición de todas las Escrituras y misterios para la edificación de la escuela y de la iglesia en Sión.
(Doctrina y Convenios | Sección 97:5)
Y tú has de continuar invocando a Dios en mi nombre, y escribiendo las cosas que te serán dadas por el Consolador, y explicando todas las Escrituras a la iglesia. Y se te dará en el momento preciso lo que has de decir y escribir; y ellos lo escucharán, o les enviaré una maldición en lugar de una bendición. Porque dedicarás todo tu servicio a Sión; y en esto tendrás fuerza. Sé paciente en las aflicciones, porque tendrás muchas; pero sopórtalas, pues he aquí, estoy contigo hasta el fin de tus días. Mas para los trabajos temporales no tendrás fuerza, porque éste no es tu llamamiento. Dedícate a tu llamamiento y tendrás lo necesario para magnificar tu oficio, y para explicar todas las Escrituras, y continuar imponiendo las manos y confirmando las iglesias.
Y tu hermano Oliver continuará anunciando mi nombre al mundo y también a la iglesia. Y no ha de suponer que puede decir lo suficiente en cuanto a mi causa; y he aquí, estoy con él hasta el fin. En mí tendrá gloria, y no de sí mismo, ya sea en debilidad o en fortaleza, bien sea cautivo o libre; y en todo tiempo y en todo lugar, de día y de noche, abrirá su boca y declarará mi evangelio como con voz de trompeta. Y le daré fuerza como no se conoce entre los hombres.
(Doctrina y Convenios | Sección 24:5 - 12)
mas con algunos no estoy muy complacido, porque no quieren abrir su boca, sino que esconden el talento que les he dado, a causa del temor de los hombres. ¡Ay de éstos!, porque mi enojo está encendido en contra de ellos.
Por lo tanto las escrituras están abiertas para mi y ellas dicen que Dios es un Dios Justo y misericordioso, pero también nos inculcan el temor de la justicia de Dios o que la misericordia no le puede robar a la justicia. O para que la misericordia pueda tener efecto, primero hay que satisfacer las demandas de la divina justicia. El libro de Amos en la Biblia nos pone en manifiesto que por tres transgresiones y una cuarta Dios no detendrá el castigo sobre los que lo aborrezcan ya sean un individuo, o pueblo suyo, lejano o pagano. Y así como le sucedió a los pueblos de la antigüedad así nos sucederá a nosotros también en esta generación y hasta la tercer ay la cuarta si le aborrecemos.
Cuando en 1912, el gigante de los mares, el Titánico se hundió, no fue porque se rompieron solo uno, o dos o tres compartimientos de los que lo mantenían a flote sino que fueron tres y uno mas de los Diez o mas que tenia para sostener a todo el barco. De igual manera es con la constitución de la vida o los santos mandamientos de Dios; si nosotros trasgredimos tres mandamientos y un cuarto, Dios no detendrá su castigo pese a lo mucho que El nos ama. La gente de Japón y de Indonesia así como de otras naciones judías o gentiles en todas las regiones de la tierra desde la antigüedad hasta el día de hoy, han sido participes de crímenes nacionales atroces durante su historia antigua y moderna; por las cuales sus ciudades junto con sus habitantes han sido severamente afligidas y abatidas por cataclismos y catástrofes derivadas por quebrantar las leyes de Dios y de la naturaleza.
La otra forma en la cual podemos caer de la gracia es por el vano e incorrecto tradicionalismo. Las tradiciones incorrectas de las que hablo son las bien intencionadas pero falsas y peligrosas creencias, costumbres, culturas o manierismos que hemos heredado de nuestros padres a través de los siglos. Estas cosas en si no constituyen un pecado mortal o de pena capital pero nos inculcan incrementar el ocio, la vanidad, el orgullo y otros pecadillos que cuando se amontonan nos pavimentan o nos hacen mas fácil el camino para deslizarnos hacia la perdición. Porque cuando obedecemos a Dios, es decir sus leyes, mandamientos, juicios y estatutos, el Diablo no puede tener ningún poder sobre nosotros para hacernos caer y es porque de buenas a primeras el no nos va a incitar a matar, a robar, a quebrantar el día de reposos, a deshonrar a nuestros padres o a transgredir o a cometer alguna otra iniquidad sin antes habernos dormido o segado por sus sutiles garras que a fomentado en el vano tradicionalismo. En verdad no puedo enumerar todas las formas en las que el hombre puede cometer pecado inclusive pensando que donde devoción, honra o reverencia a Dios con sus fiestas y celebraciones, pero son muchas o incontables, pero básteme decir que si no nos cuidamos en nuestros pensamientos, hecho y palabras tendremos razón suficiente para lamentarnos y hasta perecer.
Y por último, no puedo deciros todas las cosas mediante las cuales podéis cometer pecado; porque hay varios modos y medios, tantos que no puedo enumerarlos. Pero esto puedo deciros, que si no os cuidáis a vosotros mismos, y vuestros pensamientos, y vuestras palabras y vuestras obras, y si no observáis los mandamientos de Dios ni perseveráis en la fe de lo que habéis oído concerniente a la venida de nuestro Señor, aun hasta el fin de vuestras vidas, debéis perecer. Y ahora bien, ¡oh hombre!, recuerda, y no perezcas.
(Libro de Mormón | Mosíah 4:29 - 30)
Por lo tanto, para poder salir triunfantes de toda tribulación debemos aprender a vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios, pero no solo de aquellas que ya están escritas pero de las que se esta escribiendo ahora y de las que se escribirán de el cercano y latente futuro. Para casi todos nosotros nos es mas fácil creer en profetas muertos que el los vivos y menos en aquellos que todavía vendrán a hablarnos en el nombre del Señor. Y escrito esta que hasta que no digamos Bendito es aquel que viene en el nombre del Señor, no veremos ni contemplaremos la faz de Dios, ni sabremos que el es el que habla en este día; y esto me siento constreñido a decir por el espíritu de Dios que esta en mi porque atañe a todos nosotros como a los de la antigüedad porque el Señor así lo ha hablado y reconfirmado. Yo no soy el vocero del Señor, solo un administrador de su palabra y el me dirige espontáneamente a como colocarlas. Y las escrituras confirman lo que el nos dice:
PORQUE os digo que desde ahora no me veréis, ni sabréis que yo soy aquel de quien los profetas escribieron, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor, en las nubes del cielo, y todos los santos ángeles con él.
(Perla de Gran Precio | JS-Mateo 1:1)
Porque pocos son los que creen en la revelación moderna o en la comunicación de Dios con el hombre como lo hacia en con los de la antigüedad en la Biblia y por lo tanto, estas personas pese a sus anejas creencias o sectarismo religioso no están enteramente dispuestos a vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios. Mas sin embargo el mundo religioso y sectario esta despertando a reconocer la terrible situación en la que se encuentran porque el mundo los hostiga y los quiere hacer aceptar el pecado como cualquier trivialidad en contra de la verdad escrita. Para los que no lo saben, la verdad es una sola y esta es el conocimiento de las cosas como son, como han sido y como serán. Es decir que la verdad es constante porque trasciende las barreras del tiempo y soporta la ley de testigos y la ley de la oposición porque no se contradice. Porque la salvación de Dios se deja ver de generación en generación y si el fue un redentor, salvador y un admirable Dios fuerte y consejero para los antiguos, también es justo que lo sea para con nosotros. Y si el nos atiende a nosotros cuando le buscamos, le tocamos a su puerta y le pedimos, así también lo será atento para los que están aun por nacer y conocerlo. Y si esto es así, porque el mundo cristiano en general murmura y reniega por tener que recibir más de su palabra.
Hermanos y hermanas, el creer en Dios es un acto de fe y la fe sin obras es muerta. Sin fe no podemos agradar a Dios y sin fe el no se manifiesta al mundo. Si creemos en Dios creeremos en sus palabras cuando nos son dadas por el espíritu de inspiración por medio de sus siervos o por el espíritu de profecía o revelación por medio de sus siervos los profetas que tienen el testimonio de la divinidad de Jesucristo. Si creemos en Dios y en su hijo y en Espíritu Santo creeremos en la verdad no importa donde venga y que todo lo bueno de el procede. Porque en contraste con el enemigo de toda rectitud, Dios esta lleno de gracia y de verdad. Porque si en efecto nuestro Creador y ser supremo es el mismo de ayer, hoy y siempre y que no hace acepción de personas, no seria difícil de creer que el se puede manifestar al hombre moderno como lo hizo con los hombres de la antigüedad. De ser esto así, el no seria un Dios imparcial, sino un Dios que hace acepción de personas y que cambia de forma de parecer. Mas la escritura no puede ser quebrantada y en ella aprendemos que el no cambia, ni hace acepción de personas sino que honra a quienes lo honran y a quienes no lo honran los tienen en poca estima porque el es el mismo de ayer hoy y para siempre. El que cree en Jesucristo creerá que las palabras reveladas continuación el las hablo por medio de su profeta y que nos son manifestadas a nosotros en este día por el poder de Dios y no del hombre. Porque para que no seamos llevados por cualquier viento de doctrina así ha dicho Dios ayer, hoy y siempre:
Porque he aquí, yo soy Dios; y soy un Dios de milagros; y manifestaré al mundo que soy el mismo ayer, hoy y para siempre; y no obro entre los hijos de los hombres sino de conformidad con su fe.
(Libro de Mormón | 2 Nefi 27:23)
Pues, ¿no leemos que Dios es el mismo ayer, hoy y para siempre, y que en él no hay variación ni sombra de cambio?
Y hago esto para mostrar a muchos que soy el mismo ayer, hoy y para siempre; y que declaro mis palabras según mi voluntad. Y no supongáis que porque hablé una palabra, no puedo hablar otra; porque aún no está terminada mi obra; ni se acabará hasta el fin del hombre; ni desde entonces para siempre jamás.
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy y por los siglos.
Hebreos 13: 8
ESCUCHAD la voz del Señor vuestro Dios, el Alfa y la Omega, el principio y el fin, cuya vía es un giro eterno, el mismo hoy que ayer y para siempre. Soy Jesucristo, el Hijo de Dios, que fui crucificado por los pecados del mundo, sí, por cuantos crean en mi nombre, a fin de que lleguen a ser hijos de Dios, uno en mí, como yo soy uno en el Padre, como el Padre es uno en mí, para que seamos uno.
(Doctrina y Convenios | Sección 35:1 - 2)
Y de todas estas cosas testifico solemnemente con la única mira de glorificar a Dios el Eterno Padre y aportar fe, oración, servicio y obras para la edificación de su reino. Y no lo hago nada planeado o por voluntad mía o propia sino por voluntad de Dios, porque soy uno de sus sacerdotes debidamente llamados y autorizados con su poder para predicar el evangelio como elder o testigo de de la divinidad de Jesucristo. Y estas cosas las digo en su santo nombre, aun en el nombre de Jesucristo, Amen.
Atentamente un siervo en las manos de Cristo
Miguel Ángel Tinoco Rodríguez
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