Por tanto, oh vosotros que os embarcáis en el servicio de Dios, mirad que le sirváis con todo vuestro corazón, alma, mente y fuerza, para que aparezcáis sin culpa ante Dios en el último día. (Doctrina y Convenios | Sección 4:2)

Saturday, September 21, 2013

¿Quién nos apartará del amor de Cristo?




Sión y Jerusalén, Septiembre 21 del 2013




¿Quién nos apartará del  amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

Romanos 8:35


Para tener en cuenta: NADA NI NADIE!!






Contra el amor no hay ley.

 Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Porque los que son de Cristo” han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No busquemos la vanagloria, irritándonos los unos a los otros, envidiándonos los unos a los otros.

Galatas 5:22-26

Para que esto sea efectivo, es decir para que su amor nunca se aparte de nosotros  debemos ser de el o venir a Cristo con integro propósito de corazón y hacer sus obras? Y que hizo el? Los que tienen fe en el hacen lo que el hizo desde el principio o no podrán ser salvos. Porque sin el bautismo y la recepción del espíritu santo no podremos hacer las obras de Cristo ya que es el espíritu que nos enseña a ser obedientes en todas las cosas y nos conduce hasta la presencia de Dios.

Su ministerio comenzó después de haber venido Juan y entrado en las aguas del bautismo y recibido el Espíritu Santo. Esa es la puerta o la entrada a la senda estrecha y angosta.

Y éste es el mandamiento: 



Arrepentíos, todos vosotros, extremos de la tierra, y venid a mí y sed bautizados en mi nombre, para que seáis santificados por la recepción del Espíritu Santo, a fin de que en el postrer día os presentéis ante mí sin mancha.

En verdad, en verdad os digo que éste es mi evangelio; y vosotros sabéis las cosas que debéis hacer en mi iglesia; pues las obras que me habéis visto hacer, ésas también las haréis; porque aquello que me habéis visto hacer, eso haréis vosotros.

De modo que si hacéis estas cosas, benditos sois, porque seréis enaltecidos en el postrer día.

(Libro de Mormón | 3 Nefi 27:20 - 22)


Y como podemos ser de Cristo a menos que tomemos sobre nosotros su nombre por medio de la debida y autorizada ordenanza del bautismo según el nos lo ha mandado? Porque por medio del bautismo es que nosotros, los que somos responsables ante el o los que conocemos el bien y el mal y somos capaces de arrepentirnos, hacemos convenio solemne con Dios de que estamos dispuestos y que seremos obedientes a sus mandamientos y a llorar con los que lloran, a consolar a los que necesitan de consuelos y a ser testigos de Dios en todo tiempo, en todas las cosas, en todo lugar, aun hasta la muerte. Solo así el puede derramar su espíritu ampliamente sobre nosotros y sellarnos como suyos. Y si hacemos esto, no podremos ser estériles o ociosos sino que estaremos siempre ocupados o abundando en buenas obras.  Porque así esta escrito:


“sí, y estáis dispuestos a llorar con los que lloran; sí, y a consolar a los que necesitan de consuelo, y ser testigos de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar en que estuvieseis, aun hasta la muerte, para que seáis redimidos por Dios, y seáis contados con los de la primera resurrección, para que tengáis vida eterna; os digo ahora, si éste es el deseo de vuestros corazones, ¿qué os impide ser bautizados en el nombre del Señor, como testimonio ante él de que habéis concertado un convenio con él de que lo serviréis y guardaréis sus mandamientos, para que él derrame su Espíritu más abundantemente sobre vosotros?”

(Libro de Mormón | Mosíah 18:9 - 10)





Ahora bien, estas palabras eran las que de ellos deseaba el rey Benjamín; y por lo tanto, les dijo: Habéis declarado las palabras que yo deseaba; y el convenio que habéis hecho es un convenio justo. Ahora pues, a causa del convenio que habéis hecho, seréis llamados progenie de Cristo, hijos e hijas de él, porque he aquí, hoy él os ha engendrado espiritualmente; pues decís que vuestros corazones han cambiado por medio de la fe en su nombre; por tanto, habéis nacido de él y habéis llegado a ser sus hijos y sus hijas.

Y bajo este título sois librados, y no hay otro título por medio del cual podáis ser librados. No hay otro nombre dado por el cual venga la salvación; por tanto, quisiera que tomaseis sobre vosotros el nombre de Cristo, todos vosotros que habéis hecho convenio con Dios de ser obedientes hasta el fin de vuestras vidas.

Y sucederá que quien hiciere esto, se hallará a la diestra de Dios, porque sabrá el nombre por el cual es llamado; pues será llamado por el nombre de Cristo.

Y acontecerá que quien no tome sobre sí el nombre de Cristo, tendrá que ser llamado por algún otro nombre; por tanto, se hallará a la izquierda de Dios.

Y quisiera que también recordaseis que éste es el nombre que dije que os daría, el cual nunca sería borrado, sino por transgresión; por tanto, tened cuidado de no transgredir, para que el nombre no sea borrado de vuestros corazones.

Yo os digo: Quisiera que os acordaseis de conservar siempre escrito este nombre en vuestros corazones para que no os halléis a la izquierda de Dios, sino que oigáis y conozcáis la voz por la cual seréis llamados, y también el nombre por el cual él os llamará.

Porque ¿cómo conoce un hombre al amo a quien no ha servido, que es un extraño para él, y se halla lejos de los pensamientos y de las intenciones de su corazón? Y además, ¿toma un hombre un asno que pertenece a su vecino, y lo guarda? Yo os digo que no; ni siquiera permitirá que pazca entre sus rebaños, sino que lo ahuyentará y lo echará fuera. Os digo que así será entre vosotros si no sabéis el nombre por el cual se os llame.

Por tanto, quisiera que fueseis firmes e inmutables, abundando siempre en buenas obras para que Cristo, el Señor Dios Omnipotente, pueda sellaros como suyos, a fin de que seáis llevados al cielo, y tengáis salvación sin fin, y vida eterna mediante la sabiduría, y poder, y justicia, y misericordia de aquel que creó todas las cosas en el cielo y en la tierra, el cual es Dios sobre todo. Amén.

(Libro de Mormón | Mosíah 5:6 - 15)




Ahora bien, si hacéis estas cosas, nada, ni nadie os puede separar del amor de Cristo. No nos engañemos ni nos dejemos llevar como oja que lleva el viento por cualquier viento de doctrina. O como las las del mar que son arrastradas de aquí para alla hasta que son estrelladas y despedazadas de aquí para allá en los rocosos arrecifes. Recordad hermanos que el apóstol Pablo no le estaba hablando al mundo ni a reymundo o a todo aquel que simplemente lee la Biblia o sabe acerca de Cristo sino a los santos de la iglesia en Roma o a los que ya habían entrado en la senda estrecha y angosta que conduce al reino de los cielos; y/o  a los que ya se habían unido a Cristo y lo conocen por medio del Bautismo y la recepción del Espíritu Santo por la imposición de manos de sus ministros debidamente llamados y autorizados.   

Estas cosas os las recuerdo con toda humildad y solemnidad para el eterno provecho de vuestras almas. Y lo hago con la única mira de glorificar a Dios y como uno que tiene autoridad en el sagrado nombre de Jesucristo, Amen.

Os ha servido un indigno siervo en las manos de Cristo.

Miguel Ángel Tinoco Rodríguez


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